Nacimiento X

El Romano

El Romano es el común habitante en los continentes. De estatura menor que el Erio, pero más alto y fino que el Terrano. Es una creación directa de Serena y Brillante.

En las escuelas se les enseña un pequeño poema a los niños sobre la creación del Romano. Este poema, dividido en cuatro estrofas de cuatro versos, fue recitado por Cóbalos a los primeros romanos.

Serena es la Noche
Brillante es el Día
Serena amaba a Brillante
Y Él le correspondía.

Pero Serena no veía a Brillante
Noche y día no se mezclaban
Se aman en el pensamiento
Sólo sus manos se tocaban.

Serena soltó un día a su amado
Y creó figuras en el barro
Que esperaban calor de Brillante
Tocándolos con sus manos.

La mujer nació como la noche
El hombre lo hizo como el día
No podían estar juntos en el cielo
En Gaia tuvieron su alegría.

La primera parte hace referencia a los dioses de la Noche y el Día, Serena y Brillante, enamorados eternos. La tristeza de Serena al no poder ver a Brillante, lo único que podían hacer era tocar sus manos, conocido como amanecer y atardecer.
Alrededor del todo el mundo, Serena creó a los Romanos, pero eran sólo figuras de barro. Cuando Brillante vio la creación de su amada, las tocó con su mano, entregándoles el calor necesario para volverse carne y huesos. Nació así el Romano.

Serena y Brillante crearon a tres tipos de Romanos. El Galán, hombres y mujeres comunes y corrientes, cuya única diferencia era el tono de su piel. Tenían muchos reinos y habitaban la mayoría de los continentes. Son protagonistas de muchas historias, pues así deseaban Serena y Brillante que fuera su amor, lleno de historias y aventuras.

El Valorano vive sólo en el continente de Valora. En su rostro, el único movimiento que poseía era el de su boca al hablar. Unas marcas en su cara representaban sus emociones y sentimientos. Esto hizo imaginar muchas veces que poseían máscaras sobre sus rostros verdaderos.

El Blanca-Nieve es el romano que habita en Yergedo. Su piel es casi tan blanca como la nieve misma, al igual que su cabellera. Posee ojos azules, que los diferencian de los Erios Blancos.

Al haber sido creados de tierra, el romano se vio unido al Arenero, que colecciona sus relojes de arena en su gran palacio. Cada vez que nace una persona, él crea un nuevo reloj y, cuando el reloj termina, significa la muerte y pronto retorno a la tierra del romano representado.

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